En los primeros siete meses de 2024, el gasto farmacéutico a través de receta oficial del Sistema Nacional de Salud (SNS) ha experimentado un notable incremento del 9%. Según los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad, el gasto en medicamentos en julio alcanzó los 1.145 millones de euros, en comparación con los 1.048 millones del mismo mes del año anterior. Este crecimiento acumulado en lo que va del año ha situado el desembolso total en casi 8.000 millones de euros.
Crecimiento por comunidades autónomas
El aumento del gasto farmacéutico no ha sido homogéneo en todo el país. Las comunidades autónomas que han experimentado los mayores incrementos son Castilla y León (11,94%), Comunidad Valenciana (11,13%), y Navarra (10,86%), mientras que Andalucía y Madrid registraron los aumentos más bajos, con un 6,90% y 7,84%, respectivamente. Este crecimiento sigue la tendencia ascendente de los últimos años, en los que el gasto farmacéutico ha batido récords, con un hito en 2022 de más de 12.300 millones de euros, superado por los 12.725 millones de 2023.
Facturación y gasto medio por receta
Otro aspecto destacado es la facturación de recetas médicas del SNS, que en julio de 2024 alcanzó los 98 millones de euros, un 7,89% más que en el mismo periodo de 2023. Las comunidades con mayor aumento en la facturación fueron Castilla y León, Murcia, y La Rioja, todas con incrementos superiores al 10%. En contraste, Andalucía, Baleares, y Madrid mostraron los menores crecimientos en este aspecto.
En cuanto al gasto medio por receta facturada, el SNS ha registrado una ligera subida en julio de 2024, situándose en 11,66 euros, un 1,26% más que en el año anterior. Algunas comunidades, como Extremadura (12,56 euros), Navarra (12,37 euros), y Baleares (12,47 euros), superaron los 12 euros de gasto medio por receta.
Perspectivas para 2024
Con estos datos, el Sistema Nacional de Salud podría estar encaminado a alcanzar otro año de récord en gasto farmacéutico. El crecimiento sostenido, impulsado por factores como el envejecimiento de la población y el aumento en el uso de medicamentos innovadores, plantea retos significativos para la sostenibilidad del sistema. La evolución del gasto farmacéutico será un indicador clave para medir la presión financiera sobre el SNS en los próximos meses.
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